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Farmacéutico Adjunto en Fotopiel: José E. Rivera N.
Facultad de farmacia de USM
Ubicación: Fotopiel (C.C Terras Plaza, Planta baja, Local 7. Municipio Baruta).
Tabla de contenido
La piel, como abrigo natural del cuerpo humano, desempeña funciones esenciales dentro del organismo. Actúa como una barrera protectora frente a agentes externos, regula la temperatura corporal y es responsable de la percepción de estímulos como el tacto, la temperatura y el dolor.
Para que la piel cumpla eficazmente su función de protección contra diversos agentes físicos, químicos y bacterianos que pueden afectar los tejidos más profundos, es crucial mantenerla en un estado de limpieza óptimo.
La acumulación de suciedad en la piel no sólo tiene consecuencias estéticas desfavorables, sino que también facilita el desarrollo de microorganismos responsables de infecciones cutáneas como el acné, la caspa o la rosácea.Por este motivo, la limpieza de la piel se ha convertido en un hábito cotidiano en prácticamente todos los hogares, donde se emplean productos destinados a tal fin, siendo el jabón uno de los más utilizados.
La higiene cutánea es un aspecto fundamental dentro de la rutina diaria, y para ello se utilizan diversos productos de limpieza. Entre los más comunes se encuentran los jabones tradicionales y los detergentes sintéticos, conocidos como syndets (abreviatura de "synthetic detergent").
Mecanismo de acción de los detergentes
Tanto los jabones tradicionales como los detergentes sintéticos (syndets), funcionan como detergentes, ya que reducen la tensión superficial del agua, lo que mejora la emulsificación de la suciedad. Además, incrementan la viscosidad de las impurezas, lo cual hace que se mantengan suspendidas para facilitar su eliminación durante el proceso de lavado. No obstante, es importante señalar que este efecto detergente puede tener repercusiones negativas sobre el manto lipídico de la piel, lo que puede resultar en sequedad e irritación. Por lo tanto, es fundamental elegir adecuadamente los productos de limpieza para preservar la integridad y salud de la piel.
El agua y el aceite no se mezclan, de modo que si tratamos de limpiar una mancha grasienta en la ropa o en la piel, el agua no es suficiente. Necesitaremos un detergente; ya que éste está formado por moléculas con un extremo afín al agua (hidrofílica) y una larga cadena que huye del agua (hidrofóbica).
Debido al dualismo de estas moléculas, cuando se añade detergente al agua, sus cabezas hidrofílicas se orientan hacia el agua, mientras que las largas cadenas hidrofóbicas se unen a las partículas de grasa y permanecen en el interior (escapando del agua). De esa forma, se forman grupos circulares llamados micelas, con el material graso absorbido dentro y atrapado; originando una emulsión de aceite en agua, lo cual significa que las partículas de aceite quedan suspendidas en el agua y son liberadas de la superficie a limpiar.
En resumen, los detergentes limpian actuando como emulsificante, permitiendo que el aceite y el agua se mezclen, eliminando las manchas durante el aclarado. De este modo actúan los detergentes para la remoción de suciedad.
¿Qué diferencia existe entre un “Syndet” y un jabón normal?
Composición y elaboración de un jabón y un syndet
Jabones: se basa en la saponificación básica de aceites o grasas. Esto significa que las grasas o aceites, como materias primas, son transformados en jabón. Este proceso genera productos que son alcalinos y poseen un pH generalmente superior a 9. La saponificación científicamente se define como una reacción química entre un ácido graso (o un lípido saponificable, portador de residuos de ácidos grasos) y una base o alcalino, en la que se obtiene como principal producto la sal de dicho ácido y de dicha base. Estos compuestos tienen la particularidad de ser anfipáticos, es decir tienen una parte polar y otra apolar (o no polar), con lo cual pueden interactuar con sustancias de propiedades dispares.
El proceso de obtención de los jabones consiste en calentar la grasa ya sea de origen animal o vegetal, cuando las grasas llegan al punto de ebullición se añade paulatinamente sosa caustica (NaOH) o hidróxido de potasio (KOH), se agita continuamente hasta formar una mezcla pastosa, siendo esta reacción la saponificación de la cual se obtienen productos como el jabón y la glicerina:
Según Ortega (2009) toda la solución de sosa añadida a las grasas y aceites debe haberse unido y reaccionar para que el jabón endurezca y pueda ser utilizado. El proceso de saponificación termina de producirse cuando la mezcla ha sido vertida en los moldes y empieza el periodo de aislamiento y solidificación, este proceso termina en esta etapa ya que cuando se mezclan en la cocción no reaccionan completamente.
Syndets: Los syndets son productos sintéticos que no se obtienen a través de la saponificación, sino que se fabrican a partir de tensioactivos sintéticos. Suelen tener un pH más neutral, alrededor de 5.5, que es similar al pH de la piel humana.
Los surfactantes sintéticos se derivan de aceites, grasas o productos derivados del petróleo que se procesan en una amplia gama de procesos químicos distintos de la saponificación tradicional. Suelen tener un pH equilibrado, lo que significa que tienen un pH neutro o ligeramente ácido que está más cerca del pH natural de la piel. Esto las hace más suaves y menos propensas a alterar la barrera protectora natural de la piel en comparación con el jabón, que tiende a ser más alcalino.
Diferencia de pH entre jabones y detergentes sintéticos (Syndets)
Jabones: El pH alcalino de los jabones puede alterar el manto ácido natural de la piel, lo que puede llevar a una mayor pérdida de humedad y a problemas como sequedad, irritación o dermatitis.
Syndets: Su pH más equilibrado ayuda a mantener el manto ácido de la piel, siendo menos irritantes y, por lo general, más apropiados para pieles sensibles o con afecciones como eczema o rosácea.
¿Qué es la escala de pH?
El pH mide acidez o alcalinidad de una solución en una escala de 0 a 14, siendo ácidas las disoluciones con pH menores a 7, alcalinas las que tienen pH mayor a 7 y neutro las que son igual a 7. El pH de una piel saludable es 5,5 por ello, los productos de limpieza deberían contar con un nivel de pH similar al de la piel, asegurando que luego del lavado, la piel recupere su nivel normal.
Al explorar el mundo de los limpiadores, es importante tener en cuenta que mientras algunos de ellos exhiben su pH de forma clara en sus etiquetas, otros no proporcionan esta información. Sin embargo, en términos generales, los jabones tradicionales tienden a ser alcalinos. Por otro lado, los syndet (detergentes sintéticos) suelen tener un pH ácido, lo que los hace más compatibles con la piel y ayuda a mantener su equilibrio natural.
¿Qué similitudes existen entre jabón y syndet?
- Ambos sirven para la limpieza de la piel de todo el cuerpo. tanto el jabón como los syndets están diseñados para limpiar la piel o superficies al eliminar suciedad, grasa y otros contaminantes.
- Agentes surfactantes: ambos contienen surfactantes, sustancias que reducen la tensión superficial del agua y facilitan la mezcla del agua con la grasa y la suciedad, permitiendo su remoción.
- Formulación adicional: tanto los jabones como los syndets pueden ser formulados con fragancias, colorantes, y otros aditivos para mejorar la experiencia del usuario o proporcionar beneficios adicionales para la piel y mejorar la durabilidad del producto.
- Agentes humectantes: sustancias que ayudan a mantener la humedad de la piel y mejoran la sensación del producto, como la glicerina o el propilenglicol.
- Biodegradabilidad: Los jabones a menudo son más biodegradables que muchos syndets, dependiendo de su composición química. Sin embargo, algunos syndets están diseñados para ser más ecológicos.
Si deseas profundizar en las diferencias entre estos tipos de limpiadores y aprender a elegir el más adecuado para tu piel en la vida diaria, te invitamos a leer nuestro próximo artículo, donde desglosamos estas características y te proporcionaremos consejos útiles para identificar si estas en presencia de un jabón o un syndet.